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Archivos Mensuales: marzo 2013

De la teoría del vínculo a la neurobiología del apego.

De la teoría del vínculo a la neurobiología del apego.

              Publicado el 08 agosto 2010 por Tenemostetas

____________________ Un artículo de la Dra. Ibone Olza– Médico psiquiatra infanto-juvenil De la teoría del vínculo a la neurobiología del apego.John Bowlby (1907-1991) era un psiquiatra infantil británico que a partir de sus observaciones con niños con dificultades e institucionalizados que habían sufrido graves carencias en la relación con su madre elaboró la teoría del vínculo como teoría del desarrollo emocional. Mary Ainsworth (1913-1999) psicóloga americana y discípula de Bowlby contribuyó de manera fundamental al desarrollo de la teoría y de la metodología que permitió todas las investigaciones posteriores. En 1950 la Organización Mundial de la Salud encargó a Bowlby la redacción de un informe sobre como atender a los niños que habían sido separados de sus padres por la segunda Guerra Mundial. Bowlby entonces afirmó: «Consideramos esencial para la salud mental, que el bebé y el niño pequeño experimenten una relación cálida, íntima y continuada con la madre (o sustituto materno permanente), en la que ambos hallen satisfacción y goce». La teoría del vínculo, formulada sistemáticamente a partir de 1969, recibió fuertes críticas iniciales pero posteriormente casi todo lo que propuso ha sido demostrado. Bolwby describe el vínculo como un instinto biológico destinado a garantizar la supervivencia de los bebés. El vínculo es el lazo que se establece entre el recién nacido y su madre, cumple la función biológica de promover la protección, la supervivencia y en ultima instancia la replicación. En las décadas que siguieron al desarrollo de la teoría se fueron estudiando las características del vínculo, por una parte la importancia de la disponibilidad y sensibilidad de la madre y por otro el sistema de conductas que desarrolla el bebé para conseguir que su madre esté cerca de él, lo que le permite sentirse seguro y poco a poco empezar a explorar su entorno. A lo largo de toda esa serie de interacciones entre la madre y el bebé se va estructurando el vínculo. Se describieron además los tipos de vínculo que se agruparon en tres grandes categorías: el vínculo seguro, el vínculo inseguro-ambivalente y el inseguro-evitativo. Ya en las primeras investigaciones realizadas en los años 70 se comprobó que los niños que se habían vinculado de manera segura a su madre siendo bebés, resultan más cooperativos, empáticos, competentes socialmente, más interesados en aprender y explorar, y más seguros, que los niños que tenían un vínculo inseguro con sus madres de bebés. Sabemos ahora que las relaciones de apego son la base segura que va a posibilitar la confianza y seguridad en uno mismo que es fundamental para un adecuado desarrollo de la personalidad. En la relación de apego se desarrolla la seguridad íntima del niño, la eficacia y valor que atribuye a su autoconcepto, junto con aspectos de las relaciones personales íntimas, tales como la capacidad de tener relaciones afectivas próximas, de procurar y recibir atenciones y de cuidar de los otros. Desde entonces numerosos estudios demuestran que la manera en que se desarrolla el cerebro está fuertemente afectada por las relaciones tempranas del bebé, especialmente las que establece con su madre y padre. En las dos últimas décadas una buena parte de la investigación se ha centrado en desentrañar los mecanismos químicos, neurológicos y hormonales que facilitan el vínculo entre el bebé y su madre desde el parto, este campo se llama neurobiología del apego. Así se va avanzando en la comprensión de ese delicado engranaje que se inicia nada más nacer el bebé o incluso antes. Sabemos ahora que los bebés reconocen a sus madres desde el mismo momento del nacimiento gracias al olfato (1,2,3) (y que por ello es importante no lavarles nada más nacer, ya que reconocen a su madre por el olor a líquido amniótico) y que prefieren escuchar su voz a cualquier otro sonido (4,5). Cuando nacen vaginalmente los bebés están en estado de alerta y esperan ser dejados sobre el vientre de su madre piel con piel. Desde ahí saben perfectamente como llegar hasta su pecho y como iniciar la lactancia en las dos primeras horas de vida. Pero es que además nada más nacer el cerebro del niño y el de la madre están bañados en un mar de hormonas que afectan profundamente al vínculo y que en un futuro jugarán un papel en todas las relaciones sociales que establezca el bebé conforme crezca. Así la oxitocina, también conocida como «hormona del amor» hace que la madre sienta un enamoramiento de su bebé que le facilitará enormemente el cuidarle durante los primeros años de vida y en el cerebro del bebé hace que ese amor materno sea recíproco. La vasopresina que es una hormona muy relacionada con la oxitocina también está en juego y al parecer interviene igualmente en el desarrollo del vínculo que marcará las futuras relaciones sociales e incluso sexuales. Otra hormona, la prolactina, empieza entonces su labor permitiendo la producción de leche y haciendo que para la madre la lactancia sea algo espontáneo, relajante y sencillo. Otras sustancias como las endorfinas que también se producen durante el trabajo de parto van a hacer que ese primer encuentro sea muy placentero para los dos y que por decirlo de alguna manera madre y bebé se enganchen de la mejor manera posible. De la misma manera que se va avanzando en el conocimiento neuroquímico de cómo se establece el vínculo, cada vez es mayor la evidencia de que alterar ese equilibrio hormonal de la madre mediante sustancias como la oxitocina sintética en el parto o del bebé mediante la separación puede alterar de por vida el desarrollo cerebral del bebé (6). La separación de la madre supone un estrés enorme para el bebé, que hace todo lo posible por reunirse con su ella mediante el llanto. Si pasado un tiempo prudencial no consigue reunirse con ella el bebé deja de llorar: esto no significa que esté bien sino todo lo contrario, su cerebro siente que su vida corre peligro y decide pasar a un modo de «ahorro energético» por decirlo de alguna manera que tiene mucho que ver con la vivencia de la desesperación. Son numerosos los estudios que han comprobado cómo ese enorme estrés que supone ser separado de la madre en las primeras horas de vida afecta el neurodesarrollo: al llorar el bebé produce niveles altísimos de cortisol que pueden ser dañinos para su propio cerebro (7,8). En los estudios realizados con ratas y monos se ha comprobado cómo esto afecta al desarrollo de partes del cerebro cruciales para la conducta social y afectiva como son el hipocampo o la amígdala (9). Los estudios en humanos han demostrado que igual que el cortisol (la hormona que se produce cuando estamos estresados) que libera la embarazada estresada daña al bebé (10) también se sabe que en esas primeras horas y días de vida el estrés del bebé por la separación puede llegar a ser muy neurotóxico. Los estudios realizados con niños adoptados también arrojan cierta luz sobre las consecuencias que esa separación temprana acarrea en el desarrollo neurológico. Así un estudio reciente americano comprobó que los niños producen oxitocina cuando juegan con sus madres. Sin embargo los niños que habían sido adoptados (tres años antes y por familias muy amorosas) no respondían de igual manera y no producían oxitocina tras jugar con sus madres, lo que llevó a los investigadores a concluir que separaciones muy tempranas de la madre biológica pueden dejar secuelas en el sistema neurohormonal de los bebés que persisten mucho tiempo después de haber sido adoptados (11). Todo esto nos lleva a concluir que cada vez es mayor la evidencia de que separar a los recién nacidos es una práctica dañina y estresante tanto para los bebés como para las madres que puede dejar secuelas y afectar al neurodesarrollo infantil y al vínculo del que va a depender en buena parte la salud mental del niño. Por todo ello pensamos que tan sólo las situaciones de grave y urgente riesgo vital pueden justificar el separar a un bebé de su madre. En cuanto a cómo tratar las secuelas de la separación todavía es escasa la información científica en este sentido, pero parece razonable pensar que los tratamientos deberán ser siempre para la díada madre-bebé e incluir además al padre y ser respetuosos y potenciadores de la fisiología del vínculo madre-bebé (12). Por todo ello es previsible que la lactancia materna, el contacto piel con piel prolongado y prácticas como el masaje infantil, el colecho o el cargar a los bebés y niños en brazos, prácticas todas ellas recomendables para favorecer el apego seguro tengan también un alto poder terapéutico para los niños que han sido separados de sus madres de manera temprana y/o que no han recibido un cuidado adecuado en los primeros meses de vida (13). BIBLIOGRAFÍA Schaal, B., Marlier, L. y Soussignan, R. (1998). Olfatory function in the human fetus: Evidence from selective neonatal responsiveness to the odor of amniotic fluid. Behavioral Neuroscience, 112, 1438-1449. Schaal B, Marlier L, Soussignan R. Human foetuses learn odours from their pregnant mother’s diet. Chem Senses. 2000;25(6):729-737 Varendi H, Porter RH, Winberg J. Attractiveness of amniotic fluid odor: evidence of prenatal olfactory learning?. Acta Paediatr. 1996;85(10):1223-1227 Fifer WP, Moon CM. The role of mother’s voice in the organization of brain function in the newborn. Acta Paediatr Suppl. 1994;397:86-93 Moon CM, Fifer WP. Evidence of transnatal auditory learning. J Perinatol. 2000;20(8 Pt 2):S37-S44 Carter, C. S. 2003. Developmental consequences of oxytocin. Physiology and Behavior. 79:383-97. Christensson K, Cabrera T, Christensson E, Uvn?s-Moberg K, Winberg J. Separation distress call in the human neonate in the absence of maternal body contact. Acta Paediatr. 1995 May;84(5):468-73 Schore, A. Attachment, affect regulation and the developing right brain: Linking developmental neuroscience to pediatrics Pediatrics in Review, 2005, 26, 204-211 Zhang LX, Levine S, Dent G, Zhan Y, Xing G, Okimoto D, Kathleen Gordon M, Post RM, Smith MA. Maternal deprivation increases cell death in the infant rat brain. Brain Res Dev Brain Res. 2002 Jan 31;133(1):1-11 Talge N., Neal C., Glover V. Antenatal maternal stress and long-term effects on child neurodevelopment: how and why? Journal of Child Psychology and Psychiatry 2007 48 (3-4), 245в61. Wismer Fries A., Ziegler T., Kurian J.R.; Jacoris, S., Pollak D. Early experience in humans is associated with changes in neuropeptides critical for regulating social behaviour. PNAS, 2005, 102, 47, 17237-17240 Leckman JF, Mayes, L.C. Nurturing resilient children. Journal of Child Psychology and Psychiatry 2007 48 (3-4), 221в23. Gribble, K.D. A model for caregiving of adopted children after institutionalization. J Child Adol Psychiatric Nurs, 20, 1 14-26, 2007.     Artículo publicado en Maternidad y ciclo vital de la mujer / coord. por María Jesús Blázquez García, Universidad de Zaragoza, 2008, ISBN 978-84-7733-551-1, págs. 121-125.
 
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Publicado por en marzo 22, 2013 en Articulos

 

Fairbairn

Para Fairbairn, el mayor trauma que podía sufrir un niño era la frustración de su deseo de ser amado, y de que su amor fuera aceptado, y creía que, desde el punto de vista del desarrollo, este trauma era el único que realmente tiene importa…ncia, y de aquí la gran trascendencia de la relación bebé-madre. Los trastornos del desarrollo se producen cuando la madre no hace sentir al niño que lo ama por sí mismo, como personas. Estas madres pueden ser tanto posesivas como indiferentesbebé
 
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Publicado por en marzo 15, 2013 en Articulos

 

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Minientrada

Percibir las necesidades, dolores, angustias y emociones en general es parte de nuestro trabajo para asi ser buenos terapeutas.

 
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Publicado por en marzo 13, 2013 en Articulos

 

«TO PLAY»- 90

Una fuga para no sentir los doloroso de la realidad !!!

 
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Publicado por en marzo 6, 2013 en Articulos

 

Interesante !!!

Reflexiones Hoy

Eugenio Trías Sagnier

lo-bello-y-lo-siniestro-eugenio-trias_MLC-F-2837226033_062012(Barcelona, 31 de agosto de 1942 – Barcelona, 10 de febrero de 20131 ) fue un filósofo español. Es considerado, por buena parte de la crítica, como el pensador de escritura hispana más importante desde Ortega y Gasset.2 En el año 1995 fue condecorado con el Premio Internacional Friedrich Nietzsche, que es el máximo galardón internacional a una obra filosófica (considerado, en su defecto, como un premio Nobel en el ámbito de la Filosofía).
Su concepción de la filosofía es unitaria y enciclopédica, ya que ha desplegado sus principales ideas en campos tan distintos como la ética, la reflexión cívico-política, la estética, la filosofía de la religión, la reflexión histórico-filosófica, la teoría del conocimiento y la ontología. Puede decirse que ha abordado prácticamente todos los campos por donde la filosofía puede desplegarse. Pero sus ámbitos preferenciales han sido, sobre todo, la filosofía del arte y la estética…

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Publicado por en marzo 6, 2013 en Articulos

 

Eros y Psique

Juntos

En la mitología de grecia se habla que en una ciudad había un rey y una reina que tenían 3 hijas a cual más hermosas. La menor, Psique, era de tan deslumbrante belleza que multitud de paisanos y extranjeros acudían atraídos por la fama de tan singular espectáculo y la adoraban como si fuese la propia diosa Venus.

Su reputación creció tanto que ya nadie navegaba hasta donde se encontraban los templos para adorar a la diosa Venus, cuyos altares se empezaron a quedar sin ofrendas y cubiertos de fría ceniza. Esto convulsionó el animo de la verdadera Venus quien se dijo a sí misma:

– Esa jovencita, quienquiera que sea, no va a usurpar por más tiempo mis honores. Ya haré yo que se arrepienta ella sola de su afamada belleza.

E inmediatamente llamó a su hijo Eros y se lo llevó a la ciudad para mostrarle a Psique y contarle la historia de la rivalidad por su hermosura, después de lo cual le pidió:

– Por los lazos del amor maternal, te ruego que vengues a tu madre. Sólo te pido que consigas que esa muchacha se abrase de amor por el último de los hombres, alguien a quien la Fortuna le haya golpeado hasta el punto que no se pueda encontrar mayor desecho.

Acto seguido lo cubrió de amorosos besos y desapereció en el océano.

Mientras tanto, a Psique sólo la contemplaban y admiraban y nadie se le acercaba como pretendiente, por lo que permanecía en casa llorando su soledad, resentida contra su cuerpo y odiando su belleza. El padre comenzó a sospechar que tenía malquerencias con los dioses por lo que se acercó al oráculo de Apolo, quien le contestó:

– En el monte más alto, coloca a tu hija vestida de novia. No esperes a un humano como yerno sino a un verdugo cruel y alado.

El rey volvió desconsolado a su casa para dar cumplimiento al oráculo al cual Psique debía someterse. Se hicieron las ceremonias y partió el pueblo triste acompañando a su princesa y a sus reyes hasta la roca señalada en el más alto de los montes. En el camino, Psique les reprochaba:

– A qué viene golpearse el pecho y los senos y arrancarse las canas? Ahí tenéis el pago por mi belleza. Debisteis lamentaros cuando nos encomiaban con honores reservados a los dioses. Cuando me proclamaban como la nueva Venus. Sólo ahora me doy cuenta que lo que me ha perdido es el nombre de Venus.

Llegaron, por fin, a la roca donde dejaron sola a la muchacha. Estando Psique muerta de miedo y llorando, se levantó un suave Céfiro, que la elevó y la fue llevando por la ladera del monte abajo hasta dejarla reclinada sobre una pradera cuajada de césped en flor, donde se quedó dulcemente dormida.

Al despertarse, lo primero que vio fue un bello bosque con una fuente de agua, y en medio, una mansión regia construida con divino artificio. Inmediatamente, Psique se sintió atraída por la riqueza y magnificiencia de la construcción; se acercó un poco mas confiada y decidió cruzar el umbral. Lo que más le llamó la atención es que tantas riquezas no estuviesen protegidas con rejas ni cadenas ni un guardián.

Mientras observaba todo, le abordó una voz sin cuerpo:

– ¿Por qué estás aturdida ante tantas riquezas? Tuyas son. Los de las voces que oyes somos tus criados y vamos a estar cerca de ti para servirte.

Psique reconoció la llamada de la divina providencia. Se relajó, tomó un baño y dio cuenta de un exquisito festín que le fue servido por la fuerza del viento, acompañada por el canto de melodiosas voces.

Al terminar la agradable velada, se retiró a dormir. Entrada la noche, oyó llegar al marido secreto, quien se metió en su cama y la hizo su esposa. Al amanecer, poco después de que el marido se alejara apresuradamente, unas voces la consolaron por la virginidad perdida.

Las cosas fueron sucediéndose de esa manera durante un tiempo, y como suele ocurrir cuando algo se hace habitual, la primera sorpresa se convirtió en placer, y el sonido de las voces en consuelo a su soledad.

Una noche, el marido se dirigió a Psique, quien aunque no podía verlo, sí podía sentir el contacto de su piel y oírle, y le dijo:

– Mi dulce Psique, se acercan terribles peligros de los que tienes que protegerte. Tus hermanas te están buscando para ver si estás viva y pronto llegaran a la roca del monte. Cuando oigas sus lamentos, no respondas, porque me darías un gran disgusto a mí y te acarrearías la ruina.

Asintió ella, pero al día siguiente no hizo sino llorar y lamentarse de estar en una cárcel de oro alejada de todo contacto humano. Al llegar la noche y entrar el marido en la cama, la encontró llorosa aún. Después de incansables ruegos respondidos por advertencias de éste, consiguió que accediera a sus deseos de ver a sus hermanas, para calmarle la pena que sentían al creerla muerta y hablar con ellas. Además de acceder a los ruegos de la recién casada, le permitió que les llevara el oro y las alhajas que ella quisiera, pero le volvió a advertir de que no se dejara persuadir por el consejo de intentar ver la imagen de su marido, porque de suceder eso, se desmoronaría su afortunada situación y se quedaría sin sus caricias. A lo que ella respondió:

– Muera yo antes de renunciar a esta dulce compañía, porque quienquiera que seas, te amo apasionadamente, por lo que no te cambiaría ni por el propio Cupido.

Cuando las hermanas llegaron a la roca donde fue dejada Psique, comenzaron a lamentarse ruidosamente. Psique salió de su casa y le pidió a Céfiro que las trasladara sin daño y pudieron gozar de la emoción de volver a abrazarse, después de lo cual las invitó a entrar.

Después de la bienvenida les fue mostrando la opulencia de la casa, la cantidad de voces a su servicio, y las obsequió con un suntuoso baño y una mesa digna de dioses. Las hermanas comenzaron a incubar una gran envidia en sus corazones y no dejaron de interesarse con malsana curiosidad por el dueño de todas aquellas maravillas. Psique, comentó que era un joven apuesto que se dedicaba la mayor parte del tiempo en ir de caza. Para no cometer ningún descuido, las cargó de oro y de piedras preciosas y le pidió a Céfiro para que las llevara de regreso.

Consumado el regreso, aquellas hermanas corroídas por la hiél de la envidia, hablaban entre ellas:

– ¿Te has fijado hermana la cantidad de joyas y de cómo brillan los vestidos y la cantidad de oro que descubres a cada paso? Y si encima, tiene un marido tan apuesto como ella dice, no habrá una mujer más feliz en todo el Urbe. Si te has fijado, adopta ademán y superioridad de diosa una mujer que tiene a voces por sirvientes y manda en los mismos vientos. En cambio, a mí me ha tocado un marido más viejo que mi padre, más calvo que una calabaza; y por si fuera poco tiene todas las cosas de la casa guardadas bajo llaves y cadenas.

A lo que anadió la otra:

– Pues yo tengo que aguantar a un marido lleno de achaques y jorobado, con el que hago más el papel de una curandera que de complaciente esposa. Yo no voy a aguantar la suerte tan afortunada que le tocó a la que menos se lo merece. Recuerda con cuánta arrogancia y soberbia nos trataba, con que pequeña cantidad de riquezas nos ha comprado y cómo cuando se cansó de nosotras nos echó con viento fresco. No me tendré por mujer si no logro descabalgarla de su opulencia. Que se de cuenta de que en nosotras no tiene unas criadas sino sus hermanas mayores. Vayámonos ahora a casa, sin decirle a nuestros padres ni a nadie que la encontramos con vida, para no pregonar el bienestar del que dispone, y cuando hayamos madurado nuestras ideas hemos de volver decididas a castigar su soberbia.

En las siguientes conversaciones nocturnas, el marido le seguía advirtiendo:

– Esas pérfidas arpías están maquinando cómo persuadirte de que llegues a verme la cara, y ya sabes que no volverás a verla, si lo consigues una sola vez. Así pues, si esas vulgares vuelven, que vendrán te lo aseguro, no des oídos ni contestes a ninguna pregunta que te hagan sobre tu marido. Porque sabes que vamos a tener familia y ese niño que se está gestando en tu vientre será divino si sabes cuidar nuestro secreto en silencio, pero si lo divulgas, será mortal.

Con la noticia de su embarazo, Psique se vio desbordada de felicidad.

Tal como lo anunció el marido, las hermanas regresaron, al igual que la primera vez, por petición de Psique. Apenas se instalaron, comenzaron a preguntarle cómo era su familia, a qué alcurnia pertenecía, a qué se dedicaba. Y Psique, que tenía olvidada su primera versión les dijo que su marido era un comerciante de la región, de mediana edad. Nuevamente las llenó de ricos y regalos y tas devolvió en el vehículo airoso.

Las hermanas, mientras volvían a la casa. comentaban:

– No cabe duda hermana, que no sabe cómo es su marido. Cualquiera que sea la verdad, tenemos que despojarla cuanto antes de sus riquezas, porque si no sabe cómo es la cara de su marido seguro se casó con una divinidad, y que en su estado de embarazo nos va a parir un dios.

Pasaron la noche en vela y muy temprano, al día siguiente, se marcharon hasta el precipicio del cual volvieron a bajar con la ayuda del viento ya habitual. Al llegar le dijeron a Psique:

– En tu ingenuidad te vemos tranquila ante tanto peligro. Sabemos de buena fuente que quien está durmiendo contigo es una serpiente feroz que te devorará cuando tu embarazo llegue a la plenitud de su madurez.

Psique recordó la insistencia de su marido de no descubrir su rostro y, llenándose de desconfianza, se dejó arrebatar por el horror de aquellas sombrías palabras y cayó en la trampa de las hermanas, a pesar de las advertencias que había recibido. Oyó como le aconsejaban que al quedarse él dormido, ella se acercara con una navaja y una lámpara que le alumbre para poder, de un tajo, separar la cabeza del cuerpo de la repugnante serpiente.

Psique se quedó abandonada a la soledad de su tristeza, sintiendo que en un mismo cuerpo odiaba profundamente a la fiera y amaba con igual intensidad al marido. Y esa noche, tal como estaba planeado, al quedarse dormido su esposo, se acercó a él con navaja y lámpara. Al alumbrar los secretos del lecho, descubrió al propio dios Cupido hermosamente dormido. Se puso a contemplar por largo rato la perfección del divino rostro y el resto del cuerpo del cual blanqueaban unas alas húmedas. Se abalanzó sobre él apasionadamente, y en la excitación, la lámpara dejó caer sobre el hombro derecho del dios una gota de aceite hirviendo. La quemadura despertó al dios que, desembarazándose de los abrazos de la esposa se separó en silencio y levantó el vuelo hasta las alturas.

Psique, al ver desaparecer a su marido, se echó de cabeza a un río cercano quien, por miedo al dios, no permitió que se hiciera daño, depositándola en una amable ribera. El dios Pan, viendo el abatimiento de Psique, se le acercó y le dijo:

– Deduzco que te ves atormentada a causa de un gran amor. Hazme caso: no te eches a perder lanzándote al vacío, ni con ninguna otra forma de cita con la muerte. Abandona el dolor y la tristeza e invoca suplicante al mayor de los dioses. Cupido, y muéstrate dulcemente sumisa.

A partir de este momento, las cosas se mueven a otro ámbito. Psique comienza a deambular enloquecida. Lo primero que hace es llegar al reinado de sus hermanas y, engañándolas, hace que se precipiten a la muerte, una primero y otra después, desde la misma roca en la que supuestamente ella perdería su vida. Después de esos encuentros, camina perdida, como suele suceder cuando se pierde al Amor.

Mientras tanto, una gaviota aliada de Venus se le acercó a ésta para informarle de la herida de su hijo y de cómo éste había decidido instalarse en el lecho materno mientras se recuperaba. La diosa le pregunta si es verdad que su hijo anda enamorado, a lo que la gaviota contesta afirmativamente y, acto seguido. Venus oye el nombre de su odiada Psique como responsable de ese amor. Se lanza encolerizada a buscar a su hijo, encontrándolo en su dorado tálamo donde lo increpa con humillantes improperios y amenazas; tal era la ira que sentía ante su traición.

Al salir de su casa, se encuentra con Ceres y Juno quienes, conociendo la situación, abogan por Cupido, recordándole que ya éste había crecido y que lo esperado era que se enamorase, y terminan diciéndole:

– ¿Qué dios o qué hombre puede entender que, sembrando pasiones como acostumbras por todas partes, pretendas reprimir ahora en tu casa los amores del Amor?.

Venus con coraje las deja plantadas.

Mientras tanto, Psique no paraba de ir de un lado a otro buscando desesperada rastros de su esposo. Entró al templo de Ceres y luego al de Juno. En ambos les suplicó a las diosas que la ayudaran pero éstas, le informaron de la furia de Venus y se negaron a oír los ruegos de la desdichada aconsejándole que se entregara. Al tiempo se enteró de que Venus, utilizando a Mercurio como pregón, había ofrecido recompensa para quien le informara de su paradero, por lo que finalmente decidió dirigirse al encuentro de la diosa.

Fue recibida por una de las criadas, Costumbre, quien insultándola, la llevó a la presencia de Venus. Ella la entregó a otras dos criadas, Soledad y Tristeza, para que la martirizaran aún sabiendo de su embarazo cuyo fruto no reconocía como parte de su familia. Al devolverla a presencia de su señora, ésta se le echó encima y le hizo trizas los vestidos. Mezcló gran cantidad de diferentes granos y le aclaró que debía separarlos y distribuirlos por clase antes del anochecer, y dándole la espalda se alejó.

Psique, desesperada, ni siquiera intentó acercarse al montón de granos. Entonces, una hormiga, al darse cuenta de la dificultad del trabajo, se compadeció de la muchacha y fue de un lado a otro convocando a las hormigas de los alrededores, diciendo:

– Compadezcámonos de esta hermosa muchacha. esposa del Amor y salvémosla del peligro que corre.

Una tras otra se pusieron en movimiento, y ai tenerlas clasificadas, desaparecieron sin dejar rastro.

A la caída de la tarde apareció Venus, quien al ver terminado el trabajo, le dijo:

– Ni tú ni tus manos hicieron este trabajo, sino aquel a quien sedujiste para tu desgracia y la suya

Y se fue a dormir después de arrojarle un trozo de pan.

En la mañana del día siguiente, Venus llamó a Psique para encargarle otro trabajo: debía traerle un vellón de lana dorada de unas ovejas que pastan en un bosque cercano. Y hacia el bosque se dirigió Psique con la intención de arrojarse al río que lo atravesaba. Al llegar a la orilla del río, una cana verde le dijo:

– No manches con tu desventurada muerte la santidad de mis aguas, ni se te ocurra acercarte a esas terribles ovejas porque mientras reciben el calor del sol suelen ser poseídas por una fiera excitación y atacan a los hombres dándoles muerte. Cuando se haya aplacado la luz del mediodía y las ovejas estén distendidas, podrás recoger la lana dorada que se engancha en el follaje. Así fue como esta sencilla cana le mostraba a Psique el camino a su salvación.

Ni siquiera el peligro de esta segunda acción mereció el reconocimiento de Venus quien apenas vio llegar a Psique con el encargo, la mandó a su tercera tarea: traerle una vasija de cristal llena con agua del manantial, que se encuentra en lo alto de una escarpada montana, que da origen a las lagunas Estigias.

Empezó a subir la altísima montaña, con la seguridad de que en lo alto encontraría el fin de su vida, pero la angustia de aquella alma inocente no pasó desapercibida porque, de repente, acudió a su lado el ave real del supremo Júpiter ,el -águila, quien le quitó la jarra llenándola con el agua solicitada.

Y así fue como Psique consiguió volver con la tarea cumplida. Pero ni así se apaciguó la crueldad de la diosa, quien de inmediato le entregó una cajita diciéndole que debía ir hasta el Orco y decirle a Proserpina: «Venus te ruega que le pongas en ésta caja un poco de tu hermosura, pues la que ella tenía la ha perdido cuidando a su hijo enfermo, y se le ha marchitado». Entonces fue cuando Psique sintió más de cerca su destino final al comprobar que se le estaba llevando a una muerte segura. Sin pensarlo más. se subió a una torre altísima desde la cual pensaba arrojarse, pero la propia torre le habló haciendo que desistiera de su idea y explicándole, paso a paso, cómo podría llegar directamente al encuentro con la diosa de los infiernos.

Psique emprendió su carrera siguiendo al pie de la letra lo que la torre le había recomendado, con tanta minuciosidad que finalmente llegó a los pies de Proserpina para transmitirle el mensaje de Venus y salir de los infiernos con la caja rellenada y cerrada a escondidas. Al volver a ver la luz se sintió tentada por la curiosidad de abrir la caja y colocarse un poco del desconocido contenido para gustarle más a su amado. Y diciendo esto, destapó la caja de la cual salió una adormidera, posterior a lo cual la invadió un sueño estigio que la dejó sin sentido sobre el propio camino.

Mientras tanto, Cupido ya se había recuperado de su herida y se marchó volando hasta Psique. Al encontrarla, recogió la adormidera, la volvió a colocar en la caja y despertó suavemente a su esposa para que siguiera su camino hasta Venus, mientras él se dirigió a hablar con Júpiter para exponerle su caso.

Júpiter, tomando partido por Cupido, mandó a Mercurio a convocar la asamblea de los dioses donde informó de su deseo de que se celebrase el matrimonio entre Cupido y Psique. Para tranquilizar a Venus le comentó que haría inmortal a su nuera, para lo que mandó a Mercurio a que raptara a Psique y le ofreciera una copa de ambrosía.

Inmediatamente se sirvió una copiosa cena de bodas celebrada por todos los dioses incluyendo a Venus quien danzó al ritmo de una suave melodía. Psique quedó en poder de Cupido y a su tiempo nació una hija a la que llamamos Voluptuosidad.

 
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Publicado por en marzo 2, 2013 en Articulos

 

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